¿Te acabas de sorprender recordando tu jambalaya sobrante?
Bueno, aquí hay una excelente noticia. Cuando se recalienta, esta sabrosa comida reconfortante es el regalo que sigue dando.
He probado varios métodos de recalentamiento para asegurarme de que mi jambalaya no termine blanda o seca.
Ya sea cajún o criollo, lo último que desea es poner en peligro las texturas características de jambalaya.
Siga leyendo para descubrir todo sobre cómo recalentar este delicioso plato. También echo un vistazo a cómo almacenarlo para obtener la máxima frescura.
La mejor manera de recalentar jambalaya es en la estufa. Agregue un poco de agua o caldo a una sartén y caliéntelo a fuego medio. Agregue el jambalaya y cúbralo con una tapa. La tapa atrapará el vapor y mantendrá el plato húmedo. También puedes usar el microondas si tienes prisa, pero el arroz se pondrá un poco pegajoso.
Una nota sobre mi experimento.
Preparé jambalaya para la cena (¡mmm!) y luego guardé mis sobras durante la noche en el refrigerador.
Al día siguiente, cuando mi antojo de jambalaya volvió a aparecer, me puse a probar varios métodos de recalentamiento para ver cuál restauraría mejor mi cena a su antigua gloria rica en sabor.
Las técnicas de recalentamiento que probé incluyeron:
- Recalentar jambalaya en la estufa (excelente método completo, rápido y fácil)
- Recalentar jambalaya en el horno (puede volverse un poco seco)
- Recalentar jambalaya en el microondas (rápido pero no excelente para conservar el sabor y la textura)
- Recalentar jambalaya en una vaporera (bueno para añadir humedad a las jambalayas secas)
El método de la estufa fue el mejor para conservar el sabor y la textura. Fue rápido, conveniente y realmente reavivó los sabores del plato.
Aunque la opción más fácil, recalentar en el microondas resultó un poco decepcionante y convirtió mi jambalaya gomosa.
Tenga en cuenta que recalentar los mariscos a menudo les da una textura gomosa, así que opte por uno a base de vegetales o pollo si está preparando un jambalaya con anticipación.
O saque los mariscos antes de calentar el plato y vuelva a agregarlos justo antes de servir. El arroz caliente calentará los mariscos.
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Recalentar jambalaya en la estufa
Recalentar jambalaya en la estufa en una sartén de fondo grueso es la mejor manera de conservar su sabor y textura. Cubra el fondo de la sartén con agua o caldo, agregue las sobras y cubra con una tapa para atrapar el vapor. Caliente su comida a fuego medio durante cinco a diez minutos o hasta que se caliente a su gusto.
Cómo recalentar jambalaya en la estufa:
- Seleccione una fuente de fondo grueso y cubra su base con agua o caldo.
- Agregue su jambalaya y selle la sartén con una tapa.
- Enciende la estufa a fuego medio.
- Permita que el jambalaya se recaliente durante 5 a 10 minutos, revolviendo ocasionalmente.
- Servir y disfrutar.
En términos de retener el sabor, no puedes criticar este método. El vapor de la sartén asegura que el arroz se caliente pero no se ablande, y la humedad añadida al comienzo del proceso evita que el plato se seque.
Existe el riesgo de que la jambalaya se pegue o se queme cuando la calientas en la estufa, pero para evitarlo, asegúrate de no dejarla desatendida y revuélvela de vez en cuando.
Si desea agregar un poco de crocante a su arroz, use aceite de oliva en lugar de agua o caldo. Esto freirá el arroz.
mi Conclusión
Definitivamente encontré que esta es la mejor manera de calentar mi jambalaya.
Calentarlo en la estufa retuvo y reavivó los sabores característicos de mi comida y mantuvo la textura fiel a su estado original. De hecho, un poco de vapor y chisporroteo incluso sacaron a relucir el ahumado natural de la salchicha.
Recalentar jambalaya en el horno.
Para recalentar jambalaya en el horno, colóquelo en un plato apto para horno y agregue 2-3 cucharadas de caldo o agua antes de cubrirlo con papel aluminio o una tapa. Configura el horno a 350 °F (180 °C) y deja que se caliente de 15 a 25 minutos, según el tamaño de la porción. Evite revolver el plato con demasiada frecuencia.
El horno produce un buen jambalaya, pero puede secarse un poco, así que no dejes de agregar el líquido.
Cómo recalentar jambalaya en el horno:
- Configura el horno a 350 °F (180 °C).
- Coloque jambalaya en una fuente apta para horno, preferiblemente una de paredes gruesas como una cacerola.
- Agregue 2-3 cucharadas de caldo (o agua) al plato.
- Cubra el plato con papel aluminio (o una tapa) y séllelo herméticamente para retener la humedad mientras se calienta.
- Coloque en el horno para calentar durante 15-25 minutos, dependiendo del tamaño de la porción.
- Revuelva y sirva.
Quince minutos serán suficientes para recalentar una porción saludable de jambalaya, pero las cantidades más grandes necesitarán más tiempo en el horno.
Recomiendo no revolver su jambalaya mientras lo está recalentando. Desea mantener la lámina sellada y la humedad encerrada.
Abrir el papel aluminio para remover el plato con demasiada frecuencia dejará escapar toda la humedad.
Puedes revolver el plato justo antes de servirlo para asegurarte de que se caliente de manera uniforme.
mi Conclusión
Este método no es el más rápido, pero produce buenos resultados.
Mi jambalaya mantuvo su textura y sabor, aunque estaba un poco más seco que cuando lo cociné y serví inicialmente.
Si no tiene prisa, esta es una manera fácil y consistente de calentar con éxito jambalaya de cualquier tamaño de porción.
Recalentar jambalaya en el microondas
Para recalentar jambalaya en el microondas, colóquelo en un recipiente apto para microondas y cubra el arroz con una toalla de papel húmeda. Esto proporciona humedad. Caliente su jambalaya durante 30 a 60 segundos, o hasta que esté humeante. Una vez hecho, déjelo reposar durante un minuto antes de servir para permitir que el calor se distribuya uniformemente.
El microondas es una forma muy conveniente de recalentar jambalaya y produce buenos resultados si tienes cuidado. Pero comprometerás la textura del jambalaya. El sabor también puede ser un poco plano.
Cómo recalentar jambalaya en el microondas:
- Coloque su jambalaya en un plato apto para microondas.
- Cubra el plato con una toalla de papel húmeda. Asegúrate de que la toalla de papel toque el arroz y no quede apoyada en la parte superior de un tazón.
- Mueva el jambalaya durante 30 a 60 segundos o hasta que el plato esté humeante.
- Retire del microondas y deje reposar, tapado, durante un minuto más.
- Retire la toalla de papel, sirva y disfrute.
El recalentamiento por microondas es, con diferencia, el método más rápido y sencillo para calentar las sobras de jambalaya.
Sin embargo, no siempre le hace ningún favor a su comida.
Puede volver rápidamente jambalaya obstruido y gomoso. Además, los componentes de los mariscos reciben un golpe real y se vuelven bastante gomosos (aunque siempre puedes sacar los mariscos antes de recalentar el plato).
Procedería con precaución cuando se trata de cronometrar y calentar durante 30 segundos primero, luego verificar y ver si este plato necesita más calentamiento. Ir despacio significa que hay menos posibilidades de que el plato se sobrecaliente.
Si tu microondas ofrece diferentes niveles de potencia, opta por un calor medio.
Si no tiene toallas de papel a mano, rocíe 1 o 2 cucharadas de agua en el plato y cúbralo con una envoltura de plástico perforada. El agua agrega humedad y la envoltura de plástico la atrapará.
mi Conclusión
El microondas es sin duda el método más cómodo, pero no te lo recomiendo si tienes otra opción.
Mi jambalaya salió bien, pero estaba mucho más pesado que el día anterior, y los gustos estaban apagados.
Recalentar jambalaya en un vapor
Para recalentar jambalaya utilizando el método de cocción al vapor, comience colocando las sobras en un colador. Lleve una olla de agua al punto de ebullición y coloque el colador sobre el vapor que genera. Cubra el tamiz para atrapar la humedad y caliente el jambalaya durante 5-6 minutos.
También puedes poner la jambalaya en un plato en una vaporera tradicional o de bambú.